Elección de lunáticos.

Votaciones. Fuente: http://www.excelsior.com.mx/

En las pasadas elecciones celebradas el pasado siete de julio en el estado participe como funcionario de casilla siéndome encomendado para ello la función de contabilizar los votos tanto para elegir alcalde del municipio y diputado distrital. Cuando recibí el nombramiento oficial del IFE decidí tomar de buen modo y con buena actitud la comisión. Finalmente llego el día de la elección, supongo que arribe a la casilla de la colonia con el ánimo elevado debido a la inquietud que resultaba para mi conocer desde su interior el proceso interno de una casilla; y claro esta que siempre es interesante el reflexionar al respecto de  la forma en la que los ciudadanos crearon su criterio a base de la variada o casi nula información que tuvieron al respecto de los candidatos que participaron en la contienda electoral.

La jornada fue agotadora, no por la amplia afluencia del electorado sino por los compañeros funcionarios que el IFE asigno para estar en la casilla, durante la duración del evento reflexione sobre esos personajes a los cuales acompañe durante el día, que puedo decirles fue un momento de gran aprendizaje sobre comportamiento humano. La persona que le fue procurado el cargo de presidente de casilla no dejo de parecer pedante, inculto y arrogante, exclusivamente se consagro a dictar sus designios y contradecir los consejos que los demás funcionarios y representantes de partido e incluso del reglamento del IFE.  Me quede en silencio viendo su comportamiento y sobre todo analizando como es que una persona por ser nombrada por unas horas “Presidente” puede aumentarle tanto el auto estima que llega al grado de ser intratable e intolerante. Me preguntaba una y otra vez “ ¿Qué diablos les sucede a las personas?”,  que por un cargo tan frívolo  sientan que tienen el derecho y todo el privilegio de pisotear a las personas que los rodean. 

Ciertamente algunas personas son  paradójicas, ahora reflexionemos e imaginemos aquellos personajes que si poseen cargos de poder e influencia dentro la sociedad, estamos perdidos.

A este paso comenzare a hacerme misántropo.

Saúl.