24 de septiembre de 2012

Asmodeo, el demonio del camino oscuro. Parte 2

Templo de Salomón.

El permanente hogar de Dios, donde el Arca de la Alianza descansa, fue construido a imagen del modelo original del Tabernáculo en el que reposaban las tablas de los diez mandamientos que dios entregara a Moisés en el monte Sinaí.

Arca de la alianza. Fuente: http://jerusalem-4thtemple.org

La Biblia nos dice que "ningún martillo ni hacha ni ningún otro instrumento de hierro se escucho mientras se estaba construyendo." Los comentarios del Talmud al respecto de ese versículo sugiere que debido a que el templo fue construido para enriquecer la vida humana, e implementos de hierro son tan a menudo utilizados para destruir la propia vida humana, no habría sido apropiado utilizar herramientas de hierro en la construcción del Templo.

Sin embargo algunas tradiciones sugieren que incluso hay más en esta historia. Las escrituras dicen que, además de su sabiduría sin igual en cuanto a la reflexión como bien, el mal y la justicia, Salomón como cita la biblia “También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó sobre los animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces.”

Fotografia fechada en 24.08.12. Por Saúl.
Las leyendas, sin embargo, dicen que Salomón no hizo más que un discurso sobre estas plantas y animales: él les habló. Dios le había concedido tanta sabiduría que Salomón entendía el lenguaje de todo ser viviente. Y no sólo las plantas y los animales. Salomón podía conversar con los ángeles y los demonios. Incluso podía liberar a los seres humanos de demonios cuando los poseían.

Uno de los mayores desafíos a su sabiduría era encontrar una manera de construir el Templo del Señor sin necesidad de utilizar herramientas de hierro para cortar y alisar, además del traslado y acoplamiento de grandes piedras talladas. Salomón sabía que Dios nunca nos da más obstáculos a superar de lo que somos capaces de manejar, por lo que el precepto de la Torá en contra del uso de herramientas de hierro tenía que significar que existía otro método. Así que convocó a todos los sabios de su reino, y preguntó si alguno de ellos conocía el secreto.

Un viejo mago, instruido en la tradición antigua reveló a Salomón que en el sexto día de la creación, además de muchas otras maravillas que Dios había creado el Shamir. Esta pequeña piedra (algunos dicen que fue un pequeño gusano, que se refiere a la Shamir el Dragón, el Poder de la Serpiente, la Voluntad de Dios que actúa sobre la piedra dura del mundo) del tamaño de un grano de cebada, se utilizó supuestamente por Moisés para grabar los nombres de las tribus en las doce piedras preciosas en el efod (vestiduras sacerdotales usadas por los sacerdotes judíos durante el antiguo testamento) usado por el Sumo Sacerdote.  El Shamir podría cortar las piedras para el templo en completo silencio.

Pero ni él, ni ningún otro de los sabios reunidos sabía dónde se encontraba el Shamir entonces Salomón reunió a todos los demonios que estaban bajo su control, al consultarlos no tenían ni idea de dónde se encontraba el Shamir. Se sospecha, sin embargo que su líder Asmodeo, el rey de los demonios, probablemente sabía el secreto.

Rey Salomón y Belial. Por Jacobus de Teramo.

Al consultar con los demonios inferiores le señalaron a Salomón el nombre de una montaña donde habitaba Asmodeo. Además, le informaron que había un manantial de agua pura dentro de esta montaña donde Asmodeo acostumbraba beber, actividad placentera para él, posteriormente de saciar su sed sellaba el pozo con una gran roca antes de regresar a sus ocupaciones. Cada vez que el regresaba siempre se cercioraba de que el sello no había sido manipulado durante su ausencia.

Salomón pidió a su general y mano derecha, Benaía (cuyo nombre significa "hijo de Dios"), diseñara un plan para capturar a Asmodeo. Benaías salió en busca del demonio a la montaña con una cadena, un manojo de lana, un recipiente de vino y el anillo de Salomón en la que el viejo mago había inscrito el nombre de dios.

Cuando Benaía llegó a la montaña hizo un orificio en la parte inferior dejando que el agua que contenía el pozo de manantial saliera, al terminar la tarea este bloquea la abertura con un poco de lana creando un tapón temporal para evitar saliera el contenido que se preparaba a verter en el pozo. Benaía escala la montaña y hace otro hoyo en la parte superior y comienza a verter el vino que traía en las garrafas para así llenar una gran porción del pozo con vino y posteriormente tapando dicha abertura con el resto de la lana, toda esta obra sin  haber tocado la gran roca que coloco Asmodeo para proteger su pozo.

Cuando Asmodeo regresó, se sorprendió al encontrar vino en lugar de agua en su pozo, pero el sello no había sido tocado. Al principio, él no la quiso beber, pero pronto sucumbió ante su sed y bebió hasta que sus sentidos fueron vencidos y el vino lo puso en un profundo sueño.

Benaía ahora salió de su escondite, deslizó el anillo con el nombre de dios en la cadena y puso la cadena alrededor del cuello del rey de los demonios.

Asmodeo despertó y trató de escapar, pero la lucha fue inútil, el anillo con la inscripción era demasiado poderoso para el demonio. Benaía regresa a ver a Salomón con el demonio atado.

Salomón habló con Asmodeo y exigieron que revelara el escondite de la Shamir. El demonio dijo que dios le había dado la Shamir al ángel del mar y este desde hace mucho tiempo se lo confió a un gran pájaro que había hecho un juramento para guardarla cuidadosamente. El ave busco la montaña más rocosa y elevada para hacer su nido, empleaba el Shamir para romper la roca para luego rellenar las aberturas con semillas y asi las plantas crecieran y crearan un hábitat más habitable. Pero hay muchos, muchos lugares, entre las montañas del sur donde el pájaro puede  estar.

Una vez más  Salomón y Benaía idearon un plan. Benaía llevó a una fuerza expedicionaria en busca del gran pájaro. Finalmente encontraron su nido, tal como Salomón había esperado, estaba lleno de las crias de la gran ave. Siguiendo el plan de Salomón, Benaía cubrió el nido con un gran cristal plano y transparente que había traído con él. Entonces se escondió y esperó.

Rey Salomón. Por Gustave Dorè.
Cuando el gran pájaro volvió y vio a sus polluelos hambrientos y desamparados debajo de la piedra, sacó la Shamir para destruirla. Benaía saltó de su escondite de forma inesperada, gritando y agitando los brazos creando tal escándalo que el ave escapa del lujar no sin antes dejar caer el Shamir.

Benaía recogió el Shamir, removió la piedra del nido y volvió con el rey Salomón.

El pequeño Shamir, lo que representa sólo una pequeña fracción de la fuerza de Dios, el Logos, la energía de la serpiente que atraviesa y une a todos los niveles, es tan fuerte que se puede "cortar piedra" - es decir, se puede cortar a través de la densidad y la dureza del mundo material e inmaterial. Este enorme poder sólo puede ser localizado (que está en algún lugar dentro de uno mismo) con la ayuda de nuestro lado oscuro, la "inclinación al mal", que debe ser domado. El demonio Asmodeo la dualidad oscura, el opuesto del rey Salomón. 

Una vez que Salomón sabía que las piedras podrían ser cortadas y montadas sin violencia y sin emplear herramientas de hierro, la tarea de la construcción comenzó.

Templo de Salomón. Fuente: http://jerusalem-4thtemple.org

El Rey Salomón con la construcción de este Templo dedicado a Dios, cumplió con la voluntad de su padre el rey David.  El Templo expresa la unión del alma con el espíritu e igualmente expresa arquitectónicamente esa misma unión, el matrimonio sagrado entre la Tierra y el Cosmos, ya que su construcción se efectúo de acuerdo con el modelo cósmico, según el cual el mundo terrestre aparece del mundo celeste, cumpliéndose el principio de la correspondencia  “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba. Este principio afirma que se manifiesta en los tres Grandes Planos: El Físico, El Mental y El Espiritual”. Según Flavio Josefa en su libro Antigüedades Judaicas o Antiguedades de los judios “La razón de ser  de cada uno de los objetos del Templo es recodar y representar al Cosmos”. Por ello, el propio Templo en su integridad y cada una de sus partes, constituyen expresiones  simbólicas de ese Cosmos que representa la correlación entre lo terrenal y lo divino, equilibrio perfecto de fuerzas entre el bien el mal. Dualidad representada por Salmón y el Demonio Asmodeo.

Emblema masónico de la triple Tau; Sello de Salomón,
ubicado en la iglesia de Sheffield, Reino Unido.

Su intima relación con Lilith.

Lilith es considerada la primer esposa de Adán antecesora de Eva. Su origen se remonta a Mesopotamia y es parte de la historia folclórica judía, convirtiéndola en una figura de leyenda. En escritos antiguos y grabados se cuenta Lilith abandono el jardín del Edén con voluntad y convicción propia llegando al Mar Rojo donde se asienta junto con decenas de demonios y con una deidad de un perfil superior de nombre Asmodeo, convirtiéndose de inmediato en su amante. Abandonando el Edén Lilith se establece a orillas del mar rojo donde se decía era habitado por cientos o miles de demonios, convirtiéndose gradualmente en su amante entregándose a la lujuria, y engendrando una variedad de espíritus malignos y demonios llamados " Lilim".

Asmodeo en el Malleun Maleficarum.

Libro más famoso sobre brujería (El martillo de los brujos) fue escrito en el 1486 por dos monjes dominicos Heinrich Kramer y ]acobus Sprenger. En ese libro Asmodeo, se le asocia primordialmente al apetito carnal y la fornicación,  su nombre significa          “Criatura del juicio”,  pues debido a este tipo de pecado se ejecutó un terrible juicio sobre Sodoma y las otras cuatro ciudades.

Saúl.

Primera parte del artículo.
Tercera Parte del artículo.

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